Casarte joven sería un error? La razón para dejar de creer que el matrimonio cambia a la pareja

Cuando nos enteramos del matrimonio de una pareja joven, de inmediato, miles de consejos preestablecidos resuenan en nuestra mente: «tienes que conocer», «tienes que vivir», «aún estás joven para casarte. Muy probablemente tu mamá y las madres de tus amigas hicieron lo propio cuando apenas empezaban la veintena: se casaron, formaron una familia y, ojalá, aún están juntos. Entonces, ¿cómo es que casarte a corta edad parece un error, pero para ellas era lo ideal? ¿Realmente hay edad para el matrimonio? Casarse joven no significa que tu vida está arruinada. Al contrario, significa que conociste a tu compañero de vida muy pronto y se prometieron amor hasta el infinito. Expertos alegan que, más allá de la edad, lo que realmente importa son las bases de la pareja y cuáles son sus planes. ¿Tienen dinero para mantenerse? ¿Tienen los mismos valores? ¿Están sincronizados en un plan de vida? Si las respuestas son positivas, la edad no debería influir en que tu matrimonio se vuelva un desastre, pues estás al lado de alguien quien va en sincronía contigo. Un error muy frecuente es creer que un compromiso necesariamente cambia algunos aspectos de tu vida. ¿Quién dice que no puedes salir de fiesta si estás casada? Claro, ahora irás de antro junto a tu pareja y será él a quien llevarás a casa para juguetear en la cama. Las citas pueden continuar, solo que serán siempre con la misma persona. De hecho, se aconseja que no pierdan este hábito de salir como pareja, pues salir de casa los fortalecerá. Estar casado también implica librarse de los dramas de a quién llevar a la fiesta familiar. Él ya está a tu lado y lo estará el resto de tu vida. Si algo significa, es que cambiaste el plan social y creaste el tuyo: uno donde le diste cabida a la persona que amas. Así que, si estás pensando en dar el paso, pero lo pones en duda porque sientes que tirarás tu vida a la basura, es mejor que tomes otros aspectos en cuenta, como cuán fuerte es su amor. Realmente es eso lo que cuenta. Todo lo demás sobre qué clase de matrimonio quieren tener puede (y debe) ser discutido con tu pareja.